Practicidad, durabilidad y estética

Una vez hemos definido la forma de nuestra cocina y hemos determinado el triángulo de trabajo, el siguiente paso es escoger los muebles que la compondrán.

Tengamos en cuenta que se trata de un espacio de uso diario, que tiene que resistir un desgaste constante, y donde además hay vapores, agua y cambios de temperatura. Por esta razón, la equipación es clave para marcar la durabilidad y el mantenimiento. Factores como si es fácil de limpiar, tienen una gran repercusión. Por otro lado, el tipo de material utilizado también marca la estética que tendrá el espacio y, naturalmente, el precio final.

Qué es importante cuando escogemos los muebles

Hay cinco aspectos esenciales a tener en cuenta cuando seleccionamos el mobiliario que utilizaremos en nuestra cocina:

 

1. Material estructural

La resistencia a la humedad y a los cambios de temperatura, el hermetismo, el peso, etc. es causado por el material del cual está compuesto el interior del mueble.

• Aglomerado: unión de virutas de madera con cola o resina. Es importante que sea hidrófugo, puesto que otorga una mayor resistencia a la humedad. 
• DM o MDF: tiene más densidad que el aglomerado y, por lo tanto, una mayor calidad, también el resultado es un mueble más compacto y pesado. 
• Madera maciza: Es un material muy preciado y difícil de conseguir, puesto que procede directamente del tronco, y es irregular, por eso su precio es más elevado.

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2. Compartimentos

Nos tenemos que asegurar que el almacenamiento es suficiente según nuestras necesidades y que contamos con los estantes adecuados. 

• Estanterías: son muebles compuestos por estantes o estantes unidos por otras piezas verticales, normalmente abiertos (sin puerta).
• Cajones: opción ergonómica, puesto que gracias a su extracción total permite una gran visibilidad y un rápido acceso al contenido.
• Armarios: hay bajos, columna y altos, con una gran variedad de anchuras para adaptarse en todos los espacios.
• Ensambladuras electrodomésticos: tenemos que contar con espacios libres para poder ubicar los electrodomésticos, así como de zonas especialmente creadas para ponerlos.

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3. Acabados

Laminados: aglomerado cubierto por una lámina decorativa de diferentes composiciones. Puede ser lisa o tener impresa una imitación de madera u otros materiales, mate o brillante. Tienen una apariencia muy actual, muy buena resistencia y durabilidad. Son de limpieza fácil y precio asequible.

Lacados: tableros MDF a los que se les aplica laca de color por los dos lados y las esquinas. Pueden ser mate, brillantes, satinados y con textura. Son fáciles de limpiar con un poco de agua y jabón y se pueden reparar. A causa de los materiales utilizados y su producción el precio suele ser más elevado. Da una imagen elegante y acabado de alta gama.

Melaminas: interior aglomerado o MDF recubiertos por un papel decorativo melamínico en ambas caras, creando una superficie libre de poro y de muy buena resistencia al desgaste.

Madera natural o tintada: suele ser de los materiales más apreciados para los muebles en general, también para la cocina. Es delicada, necesita un cuidado especial, puesto que es más sensible a los cambios de temperatura y la humedad. Suele estar protegida por barniz o un protector especial. Interior aglomerado recubierto de una chapa maciza de madera, puede ser de pino, de roble, nogal…

• Madera natural: más de 5 mm de grosor.
• Madera chapada: menos de 5 mm de grosor.
• Contrachapado: formado por varias capas finas de madera enganchadas.

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4. Elementos decorativos

Los modelos lisos son más apropiados para estilos modernos y minimalistas. Por otro lado, los clásicos y rústicos suelen llevar molduras o decorados.

• Marcos: contorno del mueble. Se puede añadir para aumentar el nivel de detalle. Según cómo se trabaje será más o menos actual.
• Molduras: elemento de madera u otros materiales, lisas o con relieve, que sirve para decorar las puertas. Muy habitual en estilos más rústicos y clásicos.
• Láminas: pegatinas de PVC, de vinilo u otros materiales, con estampados y diseños variados.
• Ribetes: cintas para las esquinas de los muebles, pensados para sellar  y ocultar el material interior.

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5. Elementos funcionales

Son todas aquellas piezas, más allá del material propio del mueble, que nos permiten interactuar con él, sobre todo al abrir y cerrar elementos. Es importantísimo escogerlos correctamente:

• Bisagras: tienen que ser fuertes y resistentes para evitar que las puertas se descuelguen.
• Guías: tenemos que vigilar que los cajones abran y cierren fácilmente y sean de fácil extracción para poder limpiar cómodamente.
• Cierre amortiguado: las puertas cierran suavemente, evitando golpes que malogran los muebles.
• Tiradores: hay de muchos materiales y formas, que se adaptan a tus necesidades y aportarán una estética u otra al mueble. Son muy importantes.
• Anclajes: nos tenemos que asegurar que la sujeción a la pared sea fuerte para evitar que el mueble se descuelgue o se incline.

 

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